lunes, 23 de enero de 2017
'EL HOTEL DEL VOYEUR', GAY TALESE
¡Hola, lectores!
¿Qué me ha parecido el último libro de Gay Talese? Uf. Creo que no. Que definitivamente no. Que hay textos muchísimo mejores y que en esta ocasión el maestro del periodismo no lo ha conseguido. Tal vez porque la historia ya venía viciada desde el primer momento, porque el autor tuvo que reconocer que buena parte de lo recogido en el libro no es verdad. Y se trata de un texto que, en principio, no es ficción. Es un relato periodístico en el que parte de los testimonios recogidos se ha manifestado falso (o no debidamente comprobado). Así que...
Bueno, ahí también está parte del atractivo de la obra, reescrita por Talese para hacer frente a ese reconocimiento de partes que se inventaron las fuentes. Por eso, el libro está sembrado está trufado no de acciones, sino de relatos de acciones. Talese recoge la historia de Gerald Foos, un hombre que abrió un motel en Aurora (Texas) y que construyó sobre el techo unas trampillas que, confundidas con los conductos de ventilación, le permitían espiar a las parejas que allí se hospedaban. Así, el voyeur veía los comportamientos sexuales de sus huéspedes sin que ellos se enteraran... y luego transcribía lo que había visto en unos diarios (en algunos casos con todo detalle) .
Estos diarios son los que conforman la mayor parte del libro. Talese lo que hace es transcribir los diarios y trufarlos con lo que él consiguió en su investigación, charlando con Gerald. Cómo era su vida, cómo fue su infancia, de dónde le viene esa vena voyeur... En fin. Creo que el peso de los diarios es demasiado alto... y no muy trascendente, la verdad. Al ser la mera transcripción, el deslumbrante estilo de Talese queda reducido a muy pocas páginas. Su labor se ha basado más en hilar esos relatos de Foos. Y todo, con la clara precaución de poner todo en cuarentena. Por eso Talese no escribe: "Foos hizo esto, Foos actuó de esta manera". Sino que se cura en salud y siempre consigna: "Foos dice que hizo. Foos cuenta que actuó". Esto, que en puridad es correcto, y más en este caso, ya pone al lector sobre aviso de que la mayor parte de lo que va a leer tal vez no ocurrió como está contando.
Y creo que Talese debería haber jugado más esa baza. Si existe la sospecha... vamos a jugar con la sospecha desde el primer momento. Porque al no haber una clara advertencia desde el principio de libro, se da por segura su historia (con esas salvedades de 'dice que hizo' que parecen ir más a beneficio del autor que del lector).
En cualquier caso, la historia remonta el vuelo en las últimas páginas, con el reencuentro, años después, entre Talese y Foos. Es el momento en que el libro coge vuelo y ya no se limita a una sucesión de episodios más o menos eróticos (el voyeur dice que se puede ver una evolución sobre la relación entre los estadounidenses y el sexto a través de sus diarios), sino que se apunta a una reflexión superior... ¿Qué es ser voyeur? ¿Somos todos espías en estos tiempos de redes sociales, de perfiles de Facebook? ¿Estamos permanentemente observados por cámaras de cajeros, de tráfico, de edificios públicos? ¿Nos siguen a todas horas por el rastro de Internet, el móvil, el GPS? Estas reflexión final es la que me reconcilia, en los últimos pasajes, con un libro que se cierra con una frase fantástica protagonizada
LO VAS A LEER PORQUE
Talese es Talese. Hasta en sus obras menores, como esta. Y por esa reflexión final sobre el espiar y sentirse espiado.
LO VAS A LEER AUNQUE
la mayor parte del libro en realidad esté escrita por Foos, pues casi todo son las transcripciones de sus diarios. Creo que se prolonga durante demasiadas páginas y que el nudo dramático (el asesinato) tarda demasiado en aparecer y se ventila demasiado rápido.
LO VAS A LEER PORQUE DE ESTE LIBRO HAN DICHO
Su informante le proporcionó relatos datados en periodos en que resultó que ya no era propietario del hotel, o aún no lo era, le hizo cómplice de numerosos delitos y de la fantasía (¿les suena?) de que todo se trataba de un experimento sociológico, no le dejó más remedio (o no) que transcribir una y otra vez un diario imposible de contrastar y en ocasiones inverosímil, advirtiendo de vez en cuando de la poca fiabilidad de su fuente informante EL PERIÓDICO
El hotel del voyeur, de Gay Talese, publicado por Alfaguara en enero de 2017
Por cierto, ¿me echáis una mano? ¿Qué libro de no ficción os ha gustado más?
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