domingo, 22 de enero de 2017

'EL SILLÓN DEL DIABLO', VÍCTOR M. DEL POZO

¡Hola, lectores!

Me encantan las leyendas urbanas (en sentido literal), esos relatos que se construyen en determinados lugares y que pasan de generación en generación como parte del patrimonio de una determinada ciudad, de un pueblo concreto, de un lugar determinado. Hay múltiples casos. Y el sillón del diablo es uno de ellos.

Se trata de una leyenda típica de Valladolid. Eso dice la Wikipedia. Me han comentado que incluso en esa ciudad hacen rutas turísticas en las que se cuenta esta leyenda que el autor utiliza como título y trasfondo de su novela.

La leyenda del sillón del diablo cuenta la historia de un portugués que a mediados del siglo XVI acude a Valladolid para estudiar Medicina porque allí se encuentra la primera facultad en la que estos estudios tienen el rango de universitarios. El futuro médico se llama Andrés de Proaza y muestra un interés especial por la anatomía, por el estudio del cuerpo humano. Su afán de conocimiento es tal que no duda incluso en conseguir cadáver (y más adelante cuerpos vivos) para abrirlos y analizarlos. Los vecinos dicen que incluso de los caños de su casa salen todas las noches aguas rojas, teñidas por la sangre de sus víctima. Y todo se complica en el momento en el que desparece un niño y las autoridades de la época lo encuentran, diseccionado vivo, en la vivienda de Proaza. Cuando le interrogan, el médico portugués dice que su afán de conocimiento le viene dado por un sillón, que le entregó un nigromante navarro. Cuando se sienta, el mismo diablo le habla en persona. Juzgado por la Inquisición, fue quemado en la hoguera.

Pero su sillón no desapareció. Requisado, pasó a formar parte del patrimonio de la Universidad de la que Andrés de Proaza era estudiante. ¿El problema? Que este sillón solo podía ser utilizado por estudiantes de Medicina a los que el diablo hablara en persona. Si no, la persona que se sentara en él moriría a los tres días. Le pasó a un bedel de la Universidad. Le pasó luego a su sustituto. Y la institución académica, para acabar con las muertes, decidió colgar el sillón, boca abajo para que nadie se sentara, en una pared de la capilla universitaria. Con las obras del edificio, el sillón se trasladó a un palacio que hoy acoge el Museo de Valladolid. Y allí sigue. El sillón del diablo, por lo tanto, existe. Existe una silla, vamos, otra cosa es que la leyenda en torno a él sea real. Y además se puede visitar, porque se exhibe en el  museo.

Esta historia es la que sirve al autor como punto de partida para construir una novela de acción que recuerda irremediablemente a esos artefactos diseñados por Dan Brown y seguidores. Acciones paralelas, saltos entre el presente (año 2015) y el pasado (mediados del siglo XVI), uso de leyendas como palancas para el desarrollo de la acción, ciudades convertidas en escenarios, puntos de pista que saltan de unos personas a otros, capítulos que empiezan con acciones cotidianas, acertijos sobre monumentos, asesinatos, traidores inesperados. El abecé del género se encuentra en este libro con una estructura que parece bien trazada, aunque quizá falte pulso literario. Sobran descripciones, sobran soliloquios, sobran explicaciones pormenorizadas de acciones insustanciales para la trama. Y falta dibujar mejor las motivaciones de los personajes.

Pese a todo, El sillón del diablo es un libro entretenido que teje una historia curiosa basada en una leyenda que, supongo, los lectores de Valladolid disfrutarán doblemente por el uso de rincones cotidianos de la ciudad como escenarios del libro.

LO VAS A LEER PORQUE
tal vez te gusten las historias tipo Dan Brown. Ese género de literatura de fácil lectura y sin mayores aspiraciones.
LO VAS A LEER AUNQUE
tenga claras deficiencias de estilo y haya partes de la trama quizá no del todo bien resuelta. Pero a los aficionados de los thrillers trepidantes y acelerados tal vez les guste.


'El sillón del diablo', de Víctor M. del Pozo, publicado por Glyphos en 2016.

Por cierto, me echáis una mano, ¿qué otros thrillers basados en leyendas os han gustado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario